Los Santos de la Espada (Primera parte)

                           Antes de empezar

Decidí dividir este blog en dos partes. Para así no hacer estas lecturas tan largas que a veces hago en el blog. Yo no tengo problema con leer, pero quizas para el lector resulte un poco tedioso. Aparte de esto tome la decisión de publicar pero no promocionar en las redes. Esto es para no causar controversia, porque ya me conocen y por la posición ocupada por mi en la Federación puertorriqueña de Kendo. Mi intención nunca ha sido la de causar problemas. Sin embargo no creo quedarme callado sea una opción. Me creo con el derecho de escribir mis anécdotas desde mi punto de vista. 

Quien sabe, quizás en el futuro alguien encuentre esto, lo lea y se divierta con las anécdotas de este aprendiz de la vía del sable…



                                 Primera parte

 

  Para escribir con honestidad debo empezar diciendo que trate de evitar de maneras distintas entrar en este tema. De hecho le resté importancia por bastante tiempo. Aún continúa sin ser importante para mi en el sentido mayoritario de la palabra. No obstante el análisis de mi parte es necesario. Hace algunos años atrás a nadie parecía importarle el uso de la espada. Los practicantes de Kendo no eran vistos como artistas marciales por la comunidad en su gran mayoría karateka. Rogamos por un poco de tiempo, acudimos a sus torneos o dojos a dar demostraciones de Kendo...y eso quedaba ahí. Como un día en el cual salimos a compartir con otras  personas, pero nadie deseaba continuar practicando...al menos eso parecía. 


  Lo que realmente hacen estos maestros al invitarnos era una prueba de mercado. Nos usaban para ver el ánimo de los estudiantes y si a estos les llamaba la atención el camino de la espada, ellos desarrollaban su propio estilo de espada. Algunos de estos maestros tenían conocimiento de estilos coreanos del uso del sable. Muchas veces sin alto rango y bajo la tutela de otro instructor. Realizaban algún tipo de intercambio y empezaban a impartir la enseñanza a sus estudiantes. Lógicamente con esto se asegura que los estudiantes no vayan a otro dojo y que el ingreso de dinero se expanda.   


Yo en mi inocencia o ignorancia no me hubiera imaginado algo así. Hasta un día donde un maestro de Karate al que fuimos a hacerle un seminario, me preguntó si podía “arbitrar” un evento de combate con sables. Obviamente no usan shinai ni espadas de verdad. Usan espadas de plástico y equipo regular de protección. Le quise preguntar un poco más sobre el tema y así sin ningún tipo de filtro, me dijo que vio el interés de sus estudiantes cuando fuimos a llevarles el seminario/demostración de Kendo. 


Brindamos de nuestro tiempo, pusimos la disponibilidad, precios ridículamente accesibles, no llegamos con el cuento de pedir matrícula o anualidad para pertenecer y siempre pusimos al dojo y el maestro primero. Aun así este prefiere inventarse algo donde (bajo palabras del propio maestro en cuestión) sabe que no es real ni apropiado y no posee el rango o la experiencia, dentro del estilo coreano en el que desea basarse para examinar ni tan siquiera a los rangos bajos. Pero les cobraría como quiera y me ofrecieron (en el caso de realizar un evento y yo estar presente) una compensación monetaria por mi tiempo. 


Fue como si alguien me diera un fuerte golpe en la cabeza. Entendí en un segundo el juego y lo estupido que éramos todos al ir al rancho de otro a realizar demostraciones. Éramos vistos como una amenaza capaz de llevarse el ingreso de la escuela. 60 o 50 dólares menos escalofriar a cualquiera. Así que mejor ganar más realizando lo de ellos que ganar menos bajo el peligro (o la idea) de que el estudiante se fuera del dojo. 


Ahora, en ningún momento esa fue nuestra intención. El objetivo es esparcir el Kendo a través de la isla. Por lo tanto (aunque no esté de acuerdo) si me invitan a dar demostraciones voy. Aún guardo la esperanza vana de ver aunque sea a un estudiante llegar a nuestro dojo. Si eso llega a suceder, nunca fue una pérdida de tiempo. Es un proceso de búsqueda y experiencia. Tanto para nosotros como para aquel que nos observa. 


Este asunto de los karatekas que de momento se convierten en espadachines, no sólo se confiere a uno en específico. De hecho existen unos cuantos. Por ejemplo, un maestro de estilo okinawense decidió inventarse una organización llamada “Jedaiken”. En su logo tenía lo que parecían ser dos personajes con armaduras de Kendo. Y después de tantos años enseñando Karate y Kobudo; este reveló que conocía Kendo, lo había practicado hace tiempo y poseía una “negra” en Kendo…


Para esta gente una “negra” es sinónimo de un cinturón negro. Importa poco qué grado de cinturón sea. Cualquiera con una cinta negra en la cintura es llamado “Sensei”. Sorpresivamente dentro de su organización empezó a promover la “jedaiken” a dar clases y a moverse como una división aparte para realizar eventos. Tales como seminarios, torneos, talleres etc. Todo esto no es de gratis. Para agarrar al prospecto se le daba un certificado, diciendo que pertenecía a la organización de gratis. Pero los eventos, enseñanza y equipos conlleva un costo. Este continuaba siendo relativamente económico porque la idea era atraer a la mayor cantidad de gente posible. 


Este individuo al que llamaré “rey mago” tiene una organización de Karate Okinawense de muchos años ya. Pero no es secreto que con el paso del tiempo se ha revelado que sus intereses económicos sobrepasan los marciales. Esos que lo critican y lo acusan de “pillo” muchas veces siguen pasos parecidos. Entonces al añadir la “jedaiken” sólo se está reinventando bajo el modelo económico capitalista, pensando en sacar más dinero y bajo el proverbio de “yo no digo todo lo que sé o lo aprendido”. Como es una persona con años de experiencia y rangos que parecen casi dioses hijos de Zeus, los estudiantes se lo creen. Porque es el maestro de mi maestro…porque me va a mentir? Después de todo los artistas marciales somos gente honorable de conducta intachable. Esa es la teoría. No necesariamente es la práctica. 


El concepto o el momento de iluminación del rey mago vino a causa de dos factores. La exposición en las redes del dojo San Juan Kendo Club y el grupo de sable de luz PR Jedi o Saber Legends. Como yo sé esta información sin temor a caer en la suposición? Bueno porque el mismo rey mago lo dijo. 


Razones desconocidas por mi (aunque tengo una ligera idea) y la pandemia, hicieron que el rey mago desistiera de continuar con su ambicioso proyecto. Por lo tanto los certificados repartidos perdieron todo tipo de sentido. La emoción de los estudiantes se fue al caño y como todo es un concepto de negocio, el rey mago se quedó en lo conocido por él y la fórmula que al parecer le ha funcionado. 


Pero quién sabe si la disolución también se debe a que este rey mago llegó a la conclusión de que no sabía lo suficiente. Porque trato de reclutar a muchos con conocimiento de espada. Pero pocos o casi ninguno le prestó atención al ver de qué se trataba. No por ser seres llenos de ética. Muchas veces porqué en Puerto Rico, como en muchas otras áreas del hemisferio, todo el mundo quiere mandar y dirigir su grupo/organización. 


Y eso...luego de todo ese trasfondo histórico nos lleva al otro, pero no menos importante rey mago y su increíble creación mágica del Kimi Do.


Continuara...


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