¿Que es Kendo?
A este punto de mi vida, alguien me preguntó hace poco ¿que es Kendo? Como es mi costumbre, respondo esta pregunta lo más rápido posible para salir del paso. No brindo muchos detalles del asunto. Solo digo “es un arte basado en las técnicas de espada de los bushi o guerreros japoneses”. Si la persona continua sin entender a lo que me refiero añado “samurai, anime, esgrima...cosas así”. El tema suele concluir en ese momento y se pasa a hablar de otras cosas.
Pero esta persona era uno de esos casos raros, en el cuál con curiosidad y genuino interés, pregunta ¿que es Kendo para ti? Esa es la pregunta extraña a la que suelo darle mas pensamiento y pocas personas preguntan. A su vez no se si valga la pena responderla. Aun así esto me llevo a pensar un rato. A rodar la cinta hacia atrás y realizar la pregunta, esta vez para mi mismo, ¿que es Kendo?
Al principio era este arte místico, el cual me iba a enseñar a usar una espada japonesa. De nada en la vida me iba a funcionar el utilizar una espada en estos tiempos modernos. Al menos que la tuviera disponible en el caso de algún tipo de ataque. Aun así me vi con el deseo de aprender este arte lleno de simbolismos y misterios.
El Kendo empezó como un acto de rebeldía y liberación. Había abandonado la universidad y para mis padres yo era una continua decepción. Por lo tanto cuando me vieron empezar en este arte sin final y sin algún tipo de paga, lo añadieron a mi lista de anormalidades. ¿Que rayos es esto de hombres y mujeres vestidos con ropa rara, armadura y palos de bambú?
Las preguntas con respecto al Kendo iban desde lo lógico hasta lo absurdo. ¿Cuando seras campeón de eso? ¿Te van a pagar? ¿Sin los palos, te puedes defender? Cuando mis respuestas no eran satisfactorias a la lógica de quien pregunta, recibía una desaprobación instantánea de familiares y amigos. Esto de Kendo era para ellos una perdida de tiempo.
A pesar de todas las criticas, yo estaba acostumbrado a situaciones como esta. Empezando por mis gustos musicales, personalidad, preferencia por la lectura y escritura solitaria, yo era y soy un raro. Alguien perdido en otro tiempo y realidades. ¿Cuál era la magia de la espada? Aun ando en ese proceso de entenderlo.
Cuando yo empece Kendo, la idea de exámenes y rangos no pasaba por mi mente. De hecho ni sabia que existía tal cosa. Federaciones, politicas, mucho menos dirigir una clase. Yo era un introvertido. Solo deseaba perderme en mi practica. El Kendo me fue llevando por esos caminos. Pues la espada lleva a uno a donde necesita crecer.
A veces los estudiantes del dojo me observan, como si yo fuera esta figura intocable llena de conocimiento. La realidad es que soy un estudiante mas. Con inseguridades, traumas y miedos. Trato de enseñarles eso y de ser lo mas accesible posible para ellos. Aprendo mas de ellos de lo que se imaginan.
Entonces ¿que es Kendo para mi ahora? Podría decir que Kendo es sudor, sacrificio y lagrimas. Si, porque cuando las emociones se aceptan en vez de esconderse, adquirimos fortaleza. Aun así el camino de la espada es mucho mas que eso. Kendo es la vida misma en sus diferentes formas y esencias. Es alegría y energía. Es desolación y tristeza. Lo que debe ser experimentado mas allá de lo imaginado.
El segundo donde se toma una decisión y después de lanzarnos, no hay marcha atrás. La consecuencia antes del shinai era casi siempre la muerte. Sin embargo el resultado ahora es el aprendizaje. La aceptación de la derrota o la victoria y volver a empezar. ¿No es eso lo que nos toca hacer en la vida?
Una mala decisión nos puede costar años de esfuerzo y hasta nuestra reputación. En un segundo toda nuestra historia puede cambiar. Se lucha por la vida, la familia, los hijos, por nuestro futuro. Kendo es la madurez de ver la vida por lo que es. No por lo que aparenta ser. Pero a su vez cada realidad es diferente. El Kendo es la adversidad y la enseñanza. El preguntarnos si vamos o nos quedamos. Si nos rendimos o luchamos.
Hace unos meses atrás un joven kendoka falleció de cáncer. Hasta sus últimos días anhelaba ir al dojo y practicar. Los tratamientos y operaciones a los que fue sometido, lo hicieron perder mucho peso. Sin embargo siempre mostraba la misma energía. El mismo brilla en la mirada. La madurez de alguien que ha visto y experimentado demasiadas cosas en poco tiempo. La gravedad de su enfermedad lo mantuvo lejos del dojo. Pero su mente estaba en la espada. Peleo la mas difícil batalla...la batalla de la vida. Para muchos perdió y ven su muerte como una gran perdida. Pero las vidas que toco y su crecimiento espiritual, cuentan otra historia.
Entonces hubo otro joven aprendiz, quien en un principio insto a su padre a practicar. El joven adolescente saco a su padre del sillón y del habitual cansancio del día, para que este lo llevara a las practicas. Al ver su padre su motivación y bajo la insistencia de su hijo, se integro a las practicas con el. Su padre procedió a comprar bogu(armadura), uniforme, shinai y bokuto para ambos.
Sin embargo, en algún punto, su hijo cambio de parecer. Cuando el Kendo dejo de ser la representación de alguna historia animada, perdió el interés dejándolo notar en cada practica. Llegaba desanimado, con actitudes negativas, faltando el respeto a sus compañeros dejando sentir su clara molestia. En el proceso su padre se vio interesado en el Kendo y aunque el deseo era continuar con su hijo, tuvo que aprender a soltar y reconocer que este simplemente se intereso por otra cosa.
Dos lados de la moneda, pero que requieren la misma aceptación. No puedes forzar la vida. No puedes obligar. Y a veces llegamos a un camino de manera misteriosa. El que nos trajo fue el instrumento y este muchas veces se va. De igual manera somos instrumentos de crecimiento para otros.
Las personas, no importa de donde vengan, son mas fuertes de lo que piensan. En su voluntad y convicción. En el deseo y la decisión. Algunos quieren quedarse, otro solo llegaron a explorar y tomar el transporte hacia otro lugar. Otros aceptan, se liberan, crecen y viven para la próxima lección. Sea en esta vida o la próxima.
Y eso es el Kendo.
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