Las
decisiones son basadas en perspectiva. Lo que para mi puede ser
doloroso, para la otra persona quizás no lo sea tanto y si lo es,
puede ser que llegue a la conclusión de que es un precio y
sacrificio razonable por pagar. Cuando las situaciones llegan a un
punto de total destrucción el hecho de mantenerse atado, no
necesariamente es por amor. Siempre existe alguien que mantiene la
esperanza y se resiste a afrontar la realidad. Decide mantenerse en
ese circulo vicioso, quizás esperando que las cosas cambien en algún
punto, por arte de magia y todo vuelva a ser como antes. Pero nada
vuelve a ser como antes, porque si los mismos cuerpos se mantienen en
constantes cambios con el paso del tiempo, con los pensamientos
ocurre la misma situación. Eventualmente todo se rompe y unos quedan
mas afectados que otros. No obstante, no piensen ni por un segundo,
que las marcas no están visibles, al menos en la mente de quien
vivió junto a una persona por mucho tiempo.
Aunque
las marcas de tiempos mejores, recuerdos y otras pendejaces siguen a
uno, como un perro sigue un pedazo de carne, eso no es lo que molesta
el sistema. Lo que realmente molesta es ver como era realmente la
persona que estaba a nuestro lado. No era tan buena despues de todo y
mucho menos eran, las personas allegadas a ella, si cabe el caso. De
pronto somos completos desconocidos. Que importa si ayudamos, si
cooperamos, si dimos todo a pesar de nuestros errores; porque somos
todos humanos, asique podemos meter la pata de vez en cuando. No, ya
no queda cabida a reprochar nada. Ya no quedan agradecimientos. Ahora
solo queda el trato hostil y hasta cruel. Nuestra sola presencia
molesta. Causa un disturbio en la fuerza. Si somos inteligentes,
aunque no hace falta serlo, nos preguntaremos porque. ¿En que
momento llegamos a este punto?
Lo
correcto es pasar un tiempo para analizar nuestros errores y empezar
de nuevo. Pero claro, los seres humanos no somos conocidos por hacer
siempre lo correcto. Es mejor meter la pata y decir lo siento. Cada
persona sufre diferente. Toma las cosas de una manera distinta. Por
consiguiente, si cabe el caso nuevamente, uno se toma el tiempo, pero
el otro se busca un reemplazo que de pronto se cree super especial;
eso no es mas que la forma de sufrir de esa persona en particular.
Era mejor buscar refugio que afrontar los errores y lo que hizo mal.
Era mejor, disimular querer o buscar afecto para olvidar. Lo
interesante es que al hacer esto, los defectos y las sombras pasadas
se arrastran al futuro y es solo cuestión de tiempo para que vuelvan
a salir.
No
es una ley de justicia divina que nos jode. No es una cuenta que
debemos pagar y se nos cobra cuando menos esperamos o en el momento
de mas felicidad y confianza. Amigos, somos nosotros mismos quienes
nos jodemos. Con malas decisiones, falta de pensamiento y sobre todo
el egoísmo. Buscar la felicidad a costillas del sufrimiento del
otro, solo concluye en nuestra propia infelicidad. Pero rayos, no hay
forma de complacer a todo el mundo. En el instante que se decide
abandonar es obvio que causaremos inestabilidad. Nos alejamos
buscando algo mejor...pero a veces sufrimos en el proceso. Eso es un
efecto colateral inevitable. Lo que si se puede hacer si se tuvo en
algún momento cariño y afecto hacia esa persona, también por
aquello del tiempo que se vivió juntos es hacer el proceso lo menos
doloroso posible. Tomar medidas para que esa otra persona no salga
tan herida y pueda superar el proceso lo mejor posible al igual que
nosotros podamos continuar con nuestra vida.
Pero
si se hace todo lo contrario, corremos a poner fotos de nuestra
apresurada relación, filtramos información de esta nueva etapa y de
lo felices que estamos sin aquella antigua persona y por si acaso,
estamos en el derecho de ser felices y nadie nos puede reprochar nada
porque la vida solo es una, para colmo nuestra familia apoya en
cierta medida estas actitudes...entonces, sin respeto alguno, les
digo que no son mas que un combo completo de hijos de puta. No hay
porque ponérselo lindo y disfrazarselo con complicadas palabras. Es
mas, lo pondré en mayúscula, porque así parece tener mas fuerza;
¡SON UN COMBO COMPLETO DE HIJOS DE PUTA! Bien lo decía el apóstol
Pablo: “Todo me es licito, mas no todo conviene”.
Ahora
el fuego no se apaga con fuego. Esto solo causa que ambas fuerzas
choquen y se expandan Dios sabe hasta donde. El agua apaga el fuego
mientras el viento puede alejarlo de nosotros. Entonces seamos viento
y seamos agua. Con el viento alejamos esas malas presencias de
nuestra vida, aunque la gente no nos entienda. Porque la naturaleza
exige confrontación y contienda. Pero ya tuvimos suficiente antes
¿porque seguir? ¿A ver? Las peleas deben elegirse y algunas están
perdidas desde el principio. Nadie gana en situaciones como estas,
aunque alguien quiera aparentar que si. Se gana con la experiencia,
se gana con el tiempo y se gana dándole lo mas que le duele a un
combo de hijos de puta; que los ignoren.
Si
algo bueno tienen los seres humanos es su capacidad de adaptarse y
sanarse. El tiempo no es tan malo como la gente piensa. Con el tiempo
envejecemos, pero aprendemos. Pasan las temporadas y así sanan
nuestras almas. Meditamos, nos damos cuenta de nuestros errores y nos
perdonamos por ellos; prometiéndonos no volver a realizarlos y ser
mejores personas. ¿Y quien mejor que el señor tiempo para que nos
de la razón? El combo hijoeputense aprende eventualmente. Pero casi
siempre, como dice el dicho: “old habits die hard” y siguen
masacrando y recibiendo golpes. Luego se preguntan porque les pasa
eso a ellos y aunque no lo crean, se vuelven seres oscuros. Tristes
en su interior cuando sonríen por fuera. En realidad creen vivir
pero no lo hacen. Los hijoeputenses son solo personas que buscan lo
que todos buscamos, pero de maneras erróneas. Han prolongado su
cólera y frustración al punto de la tristeza interior. Pero claro,
son demasiados orgullosos para admitirlo. Algunos al menos.
Pero
como yo no tengo tiempo para tratar con hijoeputenses y espero que
ustedes tampoco, les aconsejo que invirtamos nuestro tiempo en cosas
mas interesantes. Dedicarnos a lo que nos gusta, hacer nuevas metas
en nuestras vidas y no ver la soledad como algo malo. Como les dije,
es cuestión de acostumbrarse. Porque yo no tenga a alguien a mi
lado, no significa que se acaba el mundo. Al contrario, se vuelve mas
interesante de momento. Porque llegara una nueva persona, llegara una
nueva vida, llegara una nueva oportunidad de aplicar lo aprendido y
con esto una nueva aventura. Créanme que al final seremos nosotros,
quienes nos reiremos de los hijos de puta y es mas hasta les
mandaremos una postal de navidad (sin remitente para no alimentar su
furia de responder y empezar a fastidiar) diciendoles: “Gracias
hijo de puta...gracias por dejarme. No sabes lo feliz que estoy
ahora. De nuevos eres un hijo de puta de lo mas noble he inteligente.
Supiste antes que yo que eso seria lo mejor para lo dos...¡pero que
hijo e' puta eres!”
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